Llegamos a Dubrovnik desde Mostar en taxi, porque no había transporte público a la tarde.
Nos alojamos en un airbnb, ubicación perfecta!
El primer día, recorrimos las murallas y la ciudad vieja. Impresiona por lo bien conservado. Hay mucha gente y era abril! No quiero imaginar lo que debe ser en pleno verano!
Para salir de lo típicamente turístico, fuimos a Lapad, que es la nueva Dubrovnik, tiene una muy linda promenade, con unos bares que dan al Adriático, pero no lo recomendamos, no vale la pena.
En Croacia, están prohibidos los free walking tours, pero con la guía de papel e Izi. travel, nos arreglamos muy bien. Realmente Dubrovnik es una ciudad increíble, los paisajes son fabulosos y la ciudad amurallada es espléndida. No hay que perderse la Puerta de Pile, la fuente de Onofrio, la Catedral, donde escuchamos un concierto. La calle Stradun está repleta de negocios y en las calles que la cruzan hay muchos restaurantes. Conviene alejarse de Stradun para conseguir mejores precios.
Al segundo día, nos fuimos a Montenegro, es súper recomendable. El camino es muy pintoresco.
El dueño del airbnb nos llevó en su auto, decidimos hacer así porque las excursiones nos iban a llevar todo el día y de esta manera, volvimos a media tarde y tuvimos tiempo de volver a pasear por la ciudad amurallada.
De camino a Kotor, pasamos por Perast y cruzamos en barco a la isla con la iglesia. Es una isla artificial que según la leyenda emergió gracias a los pescadores que siempre tiraban piedras en ese lugar.
Bordeando el mar, llegamos a Kotor, que la llaman Boca de Kotor, por ser una costa muy accidentada y encerrada por la bahía y las murallas. Está también muy bien conservada y vale la pena una visita.
Perast
Caminando por Kotor
Las murallas.
Nos alojamos en un airbnb, ubicación perfecta!
Para salir de lo típicamente turístico, fuimos a Lapad, que es la nueva Dubrovnik, tiene una muy linda promenade, con unos bares que dan al Adriático, pero no lo recomendamos, no vale la pena.
En Croacia, están prohibidos los free walking tours, pero con la guía de papel e Izi. travel, nos arreglamos muy bien. Realmente Dubrovnik es una ciudad increíble, los paisajes son fabulosos y la ciudad amurallada es espléndida. No hay que perderse la Puerta de Pile, la fuente de Onofrio, la Catedral, donde escuchamos un concierto. La calle Stradun está repleta de negocios y en las calles que la cruzan hay muchos restaurantes. Conviene alejarse de Stradun para conseguir mejores precios.
Al segundo día, nos fuimos a Montenegro, es súper recomendable. El camino es muy pintoresco.
El dueño del airbnb nos llevó en su auto, decidimos hacer así porque las excursiones nos iban a llevar todo el día y de esta manera, volvimos a media tarde y tuvimos tiempo de volver a pasear por la ciudad amurallada.
De camino a Kotor, pasamos por Perast y cruzamos en barco a la isla con la iglesia. Es una isla artificial que según la leyenda emergió gracias a los pescadores que siempre tiraban piedras en ese lugar.
Bordeando el mar, llegamos a Kotor, que la llaman Boca de Kotor, por ser una costa muy accidentada y encerrada por la bahía y las murallas. Está también muy bien conservada y vale la pena una visita.
Perast
Caminando por Kotor
Las murallas.
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